Siempre se ha dicho que el ingrediente principal con el que realizar todas tus recetas y quedar la mar de bien es el cariño, pero no nos engañemos, si en el menú entran gambas al ajillo seguro que la velada acaba con buen sabor de boca. Si aún no te estrenaste con este plato, ya estás tardando en aprender cómo hacer gambas al ajillo.
Lo cierto es que no sólo es una receta elegante que aporta distinción a tu mesa, y encaja a la perfección como entrante o aperitivo ante celebraciones especiales como Navidad, o cenas románticas. Sino que además, es rápida de elaborar y no requiere preparativos previos, por lo que puedes incluso cocinarla cuando surja un improvisto, como una visita sorpresa, y quedar como un anfitrión de diez estrellas.
Cómo hacer gambas al ajillo paso a paso
Como en cualquier receta gourmet, la calidad de los ingredientes influirá en el resultado. Sobra decir que unas buenas gambitas blancas de Huelva pondrían el colofón final a nuestro plato. Sin embargo, no es menester que se encuentre al alcance de todos los bolsillos. O puede que simplemente se trate de una receta improvisada en el momento con gambas congeladas. Pues igualmente, si está bien elaborada, te quedará un manjar en el que no podréis dejar de mojar el pan.
Y hablando de untar pan y de ingredientes de calidad… es fundamental echar un chorrito bien largo de Aceite de Oliva La Monterrubiana 💯 cuyo sabor equilibrado amargo y picante combina a la perfección con esta receta potenciando aún más su sabor. Hazme caso, vais a dejar tan limpio el plato que no lo vais a tener ni que fregar. Con la combinación de gambas al ajillo y La Monterrubiana, 👌 no sobra ni miga ni aceite.
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Receta con gambas peladas congeladas.
Ciertamente, tener gambas en el congelador te puede sacar de más de un apuro. Además, no requiere de mucho tiempo de descongelación. Eso sí, hay que hacerlo correctamente para para que conserven su textura jugosa, y su sabor. Y por otro lado, para evitar que suelten agua al cocinarlas, pues eso estropearía la salsa de la receta.
Descongelarlas es muy sencillo. Tan sólo hay que meterlas en una bolsa cerrada herméticamente y sumergirla en agua templada. Debemos ir cambiando el líquido a medida que se enfría por agua templada nuevamente. E ir soltando el agua de descongelado interior de la bolsa. El proceso tardará unos 15 minutos. Finalmente, las sacamos de la bolsa y las secamos escurriéndolas bien con papel de cocina.
Ingredientes 🦐 🧄 🌶️
- 600 g de gambas peladas
- Aceite de Oliva La Monterrubiana
- 2 dientes de ajo
- 1 guindilla de cayena
- Perejil fresco
- Sal
Aceite de Oliva Virgen Extra – 1L(Edición Especial – 100 años)
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Cómo hacer gambas al ajillo muy fácil
Lo primero que debemos hacer, si las gambas vienen con piel, es quitarles la cabeza y pelarlas. En caso contrario, puedes comenzar directamente con la receta.
Dicen que al barro, las recetas ganan en sabor, y precisamente ésta es una de esas que tradicionalmente se cocina en cazuela de barro. No obstante, sin no cuentas con una, la sartén también nos servirá.
- Comenzamos por picar el ajo en trocitos pequeñitos y ponerlos a sofreír a fuego lento con un buen chorro de aceite de oliva.
- Mientras tanto, vamos picando la guindilla y el perejil.
- Cuando el ajo vaya dorándose echamos la guindilla y removemos.
- Después, agregamos las gambas, echamos un punto de sal y apagamos el fuego.
- Removemos y las dejamos tomar el sabor de la salsa y cocerse con el calor residual para que no pierdan demasiado líquido y queden jugosas.
- Las dejamos en el fogón apagado y caliente durante unos 5 minutos y espolvoreamos por encima con el perejil.
- Finalmente, retiramos del fogón y ya estarían listas nuestras gambas al ajillo.

Cómo hacer un buen acompañamiento para gambas al ajillo
Una vez acabada su elaboración, debes servirlas inmediatamente, mientras estén bien calientes. Lo cierto es que las gambas al ajillo son un plato que en sí mismo ya llena con su presentación, a pesar de su aparente sencillez. Según el momento, demandará una cerveza bien fresquita para el caso de un tapeo al mediodía, o un elegante vino blanco si la ocasión es especial.
Eso sí, nunca olvidar una barra de pan con miga blandita para deleitarse mojando en un sabroso aceite que recogerá toda la esencia de esta receta.
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